Bueno, pues aquí tenemos la primera receta. ¡Qué ilusión!
Y es que aprovechando que mi madre me regaló unos limones con una pinta buenísima, me he dicho, qué bien aromatizarán estos limones mis rosquillas de anís.
Esta receta es un clásico para mí. La tengo desde hace tanto tiempo, que ya no recuerdo de dónde la saqué. Echaba de menos hacerla (es realmente sencillo), ¡así como probarla! Son deliciosas, tanto para tomarlas como desayuno, como acompañando un café o una onza de chocolate.
Tal vez os preguntéis, por qué digo que echaba de menos hacerla. Pues bien, porque cuando me mudé, me quedé sin rallador pequeñico, y así no hay forma de hacer ralladura de limón. Pero os informo de que ya he enmendado semejante error, y sin más dilación aquí os presento mis rosquillas de anís.
Ingredientes:
- 1/2 kilo de harina
- 2 huevos
- 2 cucharadas de anís
- 16 cucharadas de azúcar
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de levadura
- raspadura de 1 limón
- aceite para freír y azúcar glasé
Lo primero es poner la harina en un recipiente haciendo un hueco en el centro. En ese hueco, pondremos los huevos, el azúcar, la raspadura de limón, el agua, la levadura, el aceite de oliva y el anís.
Seguidamente, mezclaremos con cuidado con un tenedor, incorporando poco a poco la harina. En el momento en el que con el tenedor ya nos cueste seguir, será el momento de meter las manos en la masa. Amasamos con las manos hasta obtener una pasta fina y suave.
Llegados a este punto, es el momento de hacer las rosquillas. Con las manos enharinadas, tomaremos porciones pequeñas de masa y les damos la forma de rosquilla, uniendo bien las puntas, para que al freír no se despeguen. En cuanto al tamaño, a mi me gusta hacerlas pequeñas, de bocado, así al freír, quedan doraditas por fuera y bien hechas por dentro.
Ponemos abundante aceite en una sartén y las vamos friendo a fuego no muy fuerte, para evitar que se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
Las escurrimos en papel absorbente y las servimos espolvoreadas con azúcar glasé.
Si hacéis las rosquillas pequeñitas, salen bastantes. Para que os hagáis una idea, este plato está hecho con la mitad de las cantidades de la receta que os acabo de dar.
¡Animaos a hacerlas, que están muy ricas!
¡Espero que os gusten!
Doy fe de que están de muerte. Ya me he comido una y ahora mismo voy a por otra...
ResponderEliminarAhora tienes que dar la receta de tu tortilla de patatas.
Espero que haya una buena hornada de ellas cuando vayamos a Murcia :). Tienen una pinta estupenda
ResponderEliminarYo conseguí arrancarle a mi madre la receta familiar (y secreta) de las rosquillas de anis navideñas. Pero como yo soy así de espabiliado la "doné" y no me quedé con ella. Voy a ver si la recupero y la comparto contigo para que la disfrutes y la compartas.
ResponderEliminarAggggggggg... Se me está haciendo la boca agua...
ResponderEliminarMándame por E-mail media docena plissss
Enrique, que sepas que tu receta la tengo por ahí, y se ha vuelto indispensable en nuestras horneadas de navidad. Realmente están buenísimas las rosquillas de tu madre. Pero jamás se me ocurriría publicar el secreto familiar sin tu consentimiento!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestros comentarios. Esto anima a seguir!
Pues me han dicho por la oficina que han sobrao un "balaguero".............¿?.............¿?.........."se puen probar???"...jejeje
ResponderEliminarTienen una pinta que lo flipas.
Podemos compartir receticas en tu blog?
Yo he sido de los afortunados que han podido catar las rosquillas y he de decir que están buenísimas. Tienen el saborcico justo de limón y de anís.
ResponderEliminarPero qué putada. Acabas de pasarme el enlace a tu blog con esta noticia a la hora clave. Leche, que tengo una manzana con un bocado al lado, veo estas rosquillas y me estan dando ganas de mandar a la manzana a... Es que eres mala, mala y mala.
ResponderEliminarMe encanta la receta y en cuanto la pruebe te digo como ha ido. Muchísimo ánimo con tu blog, que sepas que le haremos propaganda. :-)
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