lunes, 20 de diciembre de 2010

Navidaaaad, navidaaaad,......

Pues eso, que prácticamente ya está aquí la navidad.
Oficialmente para mí, el sentimiento navideño empieza el fin de semana en el que elaboramos los dulces de navidad. Y este año, concretamente, dicho acontecimiento ocurrió este sábado.

Es un día intenso. Desde por la mañana temprano, hasta la noche, sin parar de amasar distintos manjares, y sacar llandas y más llandas del horno de leña de mis padres.

Reconozco que somos un poco salvajes, porque hacemos dulces en cantidades industriales. Así estoy hoy, hechica polvo. Tengo agujetas en los brazos, incluso en los abdominales, todo por culpa de los mantecaos (qué jodíos). Pero bueno, lo hacemos con gusto y sobre todo, porque luego vamos llevando degustaciones a todo el mundo. Sobre todo los disfrutan la familia, pero también amigos y compañeros de trabajo. Aviso a estos últimos, que los llevo el día de la lotería, ¡lo prometo!
Para mí, este año, el verdadero milagro de la navidad ha sido, que creo que por primera vez desde que seguimos esta tradición, hemos conseguido no pelearnos en la cocina!!!
Es que imaginaos la estampa, cuatro personas en la cocina, que no es muy grande, y dando todos su opinión sobre si la mezcla está muy compacta o no, sobre si hay que echar la manteca primero o lo último, que si estás haciendo los cordiales muy pequeños, que si necesito una llanda ya y vais muy lentas......., vamos que no nos aburrimos.
Pero este año no sé qué ha pasado exactamente, que nos lo hemos tomado con calma y nos hemos reído más que otra cosa.
Por cierto, ya veis que hablo en plural, y es que los artífices de estos manjares han sido mis padres Paco y Lucía, mi hermana Inma y yo, of course.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Carrilleras al vino

Receta especial para los wine lovers como yo. Esta receta es inspiración de mi madre. No recuerdo exactamente qué carne era la que ella utilizaba, pero la primera vez que la hice utilicé carrilleras y creo que no me equivoqué, así que, convierto oficialmente las carrilleras de cerdo en la carne estrella de esta receta.

La primera vez que probé esta carne en un guiso, me pareció deliciosa y tan tierna, que se deshacía en mi boca. El secreto de esta receta es el tiempo de cocción. Casi dos horas a fuego lento, hace que la carne vaya absorbiendo el sabor del vino, y que quede jugosa y tierna. Tan tierna, que no hace falta usar el cuchillo para cortarla.

El vino, ese es el otro ingrediente estrella de esta receta. La carne se cuece exclusivamente en vino, ni agua, ni caldo. La carne adquiere un color rojo intenso y un sabor potente y delicioso.


Hemos decidido acompañar esta receta con un vino tinto Castillo de Luzón. Me encanta este vino. Sin ser de la gama alta de esta bodega, me parece que sabe muy bien y además tiene una magnífica relación calidad-precio. Creo que combina perfectamente con la carne.


Ingredientes: 
Las cantidades dan como para unas tres raciones.
  • 600 gr. de carrilleras de cerdo.
  • 1 botella de vino tinto
  • 1 tomate, 1 cebolla y 1 ajo para hacer el sofrito
  • 1 bote pequeño de guisantes
  • 1 zanahoria grande
  • pimentón dulce
  • aceite de oliva
  • pimienta
  • sal

Carrilleras al vino

Lo primero que vamos a hacer es sellar las carrilleras. Para ello, echamos un chorrito de aceite en una sartén puesta al fuego fuerte, y doraremos las carrilleras, que habremos salpimentado, aproximadamente durante un minuto por cada lado. Lo que hacemos con esto es formar una capa protectora por fuera, que evita que los jugos de la carne salgan cuando se cocina y así queda jugosa.

A mi me gusta que el sofrito quede suave, así que rallaremos el tomate (medio si es muy grande), la cebolla (media si es muy grande) y un diente de ajo, y lo ponemos con aceite de oliva y sal a sofreir en la cacerola donde vamos a hacer el estofado. Cuando el sofrito esté listo, le echamos una cucharadita pequeña de pimentón le damos unas vueltas, y antes de que se queme el pimentón echamos un chorro de vino en la cacerola.

En este momento, añadimos la carne a la cacerola, los guisantes y la zanahoria que habremos partido en trozos. Cubrimos con vino y llevamos a ebullición. Cuando esté hirviendo, bajamos el fuego, para que se haga lentamente, y tapamos. Debe estar cociendo unas dos horas. Hay que echarle un ojo de vez en cuando, para comprobar que no se queda sin líquido y si es así añadir más vino.


Ya veréis que aroma más rico. Esta vez puse unas patatas al horno finamente cortadas, con vino blanco, sal, pimienta, tomillo y un chorro de aceite. Una guarnición perfecta.
Que aproveche!!!

domingo, 31 de octubre de 2010

Tarta de chocolate y Guinness

Celebración familiar y ¡oh, Dios mío! tengo que preparar algo rico e innovador, porque no es cuestión de llevar el típico bizcocho de yogur de siempre. Que no es que esté mal, pero bueno, quería que mi papi sintiera que había trabajado para prepararle un postre muuuuy rico.

Yo quería hacer una tarta con mermelada de frutos del bosque, pero no me fiaba mucho de la receta de masa quebrada que he usado otras veces, y me ha dado resultados que no me han gustado del todo, así que entré al blog de Food & Cook que tanto me gusta, buscando algún postre en el que hubiese utilizado esta masa, cuando de repente, me encuentro con esto.
¿Una tarta de chocolate con cerveza Guinness? Desde luego las fotos son espectaculares, y como yo nunca he tenido miedo a probar cosas nuevas, y además los comentarios a la receta eran todos muy positivos, decidí pasar de la masa quebrada y sumarme a la fiesta Guinness.

Si os fijáis, la preparación trata de imitar la apariencia de una cerveza Guinness. La cerveza negra abajo, con la característica espuma blanca encima. La verdad es que está muy logrado, y si entráis en blog de Trotamundos, podréis ver unas fotos impresionantes de una comparativa entre la tarta y un vaso de cerveza.



No os podéis imaginar el aroma que deja este postre mientras se hace en el horno. Entrar en la cocina era una delicia. Yo sólo pensaba: "si sabe como huele....." Pues efectivamente, sabe como huele. Simplemente, impresionante. Os aseguro que este se va a convertir en uno de los postres estrella en mi casa.


Ingredientes:
  • 250 ml de cerveza negra Guinness
  • 250 gr. de mantequilla
  • 75 gr. de cacao en polvo. (yo he usado cacao en polvo puro sin azúcar)
  • 400 gr. de azúcar
  • 140 ml de nata para montar
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de postre de vainilla líquida
  • 250 gr. de harina para repostería
  • 2,5 cucharaditas de postre de bicarbonato
Para el frosting
  • 300 gr. de queso Philadelphia
  • 150 gr. de azúcar glas
  • 360 ml de nata para montar
Tarta de chocolate y Guinness

Ponemos en un cazo la cerveza a calentar a fuego medio sin que llegue a hervir. Añadimos la mantequilla y vamos moviendo hasta que se deshaga completamente, se retira del fuego y lo reservamos.

Ponemos en un bol el cacao, la harina, el azúcar y el bicarbonato y mezclamos todo hasta que quede bien ligado y de un color uniforme.

En otro bol, ponemos la nata, los huevos y la vainilla líquida. Mezclamos manualmente con unas varillas, y cuando la mezcla sea uniforme, vamos añadiendo poco a poco la mezcla del cazo, es decir, la cerveza con la mantequilla. Batimos con las varillas hasta que ambas mezclas se integren completamnte.

Una vez que la parte líquida está mezclada, vamos añadiendo poco a poco la mezcla seca, y batiremos enérgicamente con las varillas, hasta que quede una masa uniforme y sin grumos.

Ponemos el horno a precalentar a 180º. Echamos la masa en un molde engrasado y lo meteremos al horno durante aproximadamente unos 50 minutos, o hasta que al pincharlo, veamos que sale limpio.

Mientras prepararemos el frosting. Para ello, mezclaremos el queso philadelphia con el azúcar glas en una batidora eléctrica, hasta conseguir una crema suave. Después le iremos añadiendo la nata, que habremos montado previamente, y lo mezclamos con movimientos suaves hasta que se integren bien.

Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar en su molde. Una vez frío, lo desmoldamos y lo cubrimos en el frosting.

Y lista para comer nuestra cerveza guinness!!!
Gracias Trota !!!

domingo, 10 de octubre de 2010

Conejo al vino blanco con tomate natural

Realmente esta no iba a ser la entrada de esta semana, pero ciertas circunstancias han impedido mi asistencia al evento más esperado en la feria de mi pueblo. El concurso de gachasmigas. Pero no os preocupéis, que envié a mis reporteros gráficos, y en cuanto tenga en mis manos el material, les otorgaré la merecida entrada que requiere ese manjar murciano, que se elabora tradicionalmente en los días de lluvia.

Así que, improvisando un poco, echando la vista atrás y rememorando viejas recetas, encontré en mi desordenado montón de papeles ésta, que Juan Antonio buscó por internet hace siglos, y que preparamos con mucha ilusión cuando él aun vivía en su piso de soltero.

Lo bueno de esta receta es que es fácil, rápida y utiliza ingredientes muy básicos que seguro que todos tenemos en nuestro frigorífico. Así que el único trabajo que nos dio fue acercarnos a la carnicería del barrio a comprar medio conejo.
Me encantan las carnicerías de barrio. La amabilidad con la que te habla el carnicero, te hace sentir como si fueras un vecino de toda la vida. Y qué decir sobre cómo te aconsejan de los mejores cortes de carne para según qué preparaciones. Es impagable.
Carne envasada, para una emergencia o si no hay más remedio, ok. Pero de todas todas, me quedo con mi carnicero.

Ingredientes: 
  • Un conejo
  • Tres zanahorias
  • Dos cebollas
  • Dos tomates
  • Vino blanco
  • Un poco de harina
  • Sal, pimienta, tomillo, romero
  • Aceite de oliva
Conejo al vino blanco con tomate natural

Lo primero que haremos será salpimentar el conejo, ponerle un poco de tomillo y romero y enharinarlo. En una sartén con un chorro de aceite doraremos el conejo. Partimos las cebollas y las zanahorias en juliana y las pondremos a sofreír en la cacerola con un poco de aceite hasta que la cebolla empiece a ponerse dorada.
Añadimos entonces el conejo a la cacerola, lo cubrimos con vino blanco, dejamos que evapore el alcohol, y mantendremos cociendo a fuego lento durante 20 minutos.

Partimos los tomates en rodajas finas y salpimentamos. Una vez cocido el conejo, añadimos a la cacerola los tomates, un poco más de tomillo y romero y dejaremos cocer otros 10 minutos. Rectificamos de sal si es necesario. 

Y listo!!! Comprobaréis que la harina, hace que salsa espese un poco y la deja con una textura estupenda.
Yo suelo acompañar este plato con una guarnición de arroz cocido, que mezclado con la salsa de verduras está buenísimo. En este caso utilicé un arroz integral de Calasparra.
Buen provecho!!!!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Chocolate chip cookies

Chips, chips, chips chips chips de choooocolate!!!Qué ricos. Apunto estuve de no poder hacer esta receta, porque conforme puse los chips de chocolate en la taza, casi caigo en la tentación de comérmelos todos. Pero como podéis ver no sucumbí, y aquí están las galletitas.
Esta receta la encontré por casualidad, en una web creo que americana, mientras buscaba una receta para hacer tarta de manzana. Cuando vi las fotos de las chocolate chip cookies, me dije, eso tengo que hacerlo yo. (Las auténticas)


Bueno, tengo que decir, que las cantidades estaban todas medidas en tazas, así que me las apañé como pude, aun así, mis galletas no tienen la misma pinta que las de la web en cuestión. Debe ser que me falta de algo, o me sobra de otro algo. Pero mientras que lo descubro,  tranquilos, que seguiré haciendo experimentos con las cantidades. Porque si la pinta no es la misma, desde luego el sabor es impresionante.

Ingredientes: 
  • 100gr de margarina
  • 50gr de mantequilla
  • 100gr de azúcar blanca
  • 100gr de azúcar morena
  • 1 cucharada de postre de esencia de vainilla
  • 2 huevos
  • 300gr de harina
  • 2 cucharaditas de bicarbonato
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 tazas de pepitas de chocolate
  • 1 taza de nueces tostadas y troceadas

Chocolate chip cookies  

Lo primero que vamos a hacer es tostar las nueces. Para ello las pondremos sobre una bandeja y las metemos en el horno a fuego fuerte, cuidando que no se quemen. Después de esto, las picamos en un mortero.
Seguimos, mezclando la mantequilla, la margarita y los azúcares hasta que la consistencia sea suave y esponjosa. Añadimos los huevos y la vainilla y mezclamos bien.
Se mezclan en un bol, la harina, el bicarbonato y la sal.
Añadimos poco a poco la mezcla de harina al resto de ingredientes con velocidad lenta.
Por último echaremos a la mezcla, las nueces troceadas y las pepitas de chocolate. Un buen truco, para que las pepitas no se fundan en el horno, es haberlas congelado previamente.

Precalentamos el horno a 180º. Pondremos papel de hornear en una bandeja y vamos colocando pequeñas bolitas de masa, separadas, ya que al hornearse crecerán. Las tendremos en el horno entre 13 y 15 minutos, hasta que tomen un bonito tono dorado.

Las dejamos enfriar y listas para comer!!!.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Humus

Garbanzos. Que cosa más poco glamurosa, ¿verdad? Pero si le añadimos unos cuantos condimentos, y le damos un nombre exótico, la cosa cambia bastante.
Humus, paté de garbanzos, ideal como aperitivo con pan tostado, o palitos de zanahoria y apio. Os aseguro que gusta hasta al más reacio a las legumbres, pero eso sí, si no estás acostumbrado a las comidas especiadas, tal vez su sabor te resulte raro. Yo te digo, abre tu mente, experimenta, prueba este humus y ya verás que no te vas a arrepentir.

¿Y cómo  descubrí yo este manjar? Fue gracias a mi cuñada Jose. Hablábamos sobre alimentación saludable, y me comentaba que utilizaba el humus como sustitutivo de la mayonesa para los sandwiches, por ejemplo, y así nuestra querida Paula (su niña) comía cosas más nutritivas. Y a mí, que me encanta probar todo tipo de comidas, pues me dio por prepararlo. Y cual fue mi sorpresa al descubrir, que tanto a mí, como a Juan Antonio nos encantaba. Así que ahora, de vez en cuando disfrutamos de este aperitivo de lujo.

Una vez que me convertí en toda una maestra en el arte de preparar humus, (se nota que no tengo abuela) , me decidí a comprar un tarro de tahini. Es una especie de pasta hecha de sésamo, y es uno de los ingredientes opcionales de esta receta. Mi consejo es, prueba primero a preparar humus sin tahini, y si ves que te gusta, la próxima vez se lo añades.



Ingredientes:
  • Tarro de garbanzos cocidos, en mi caso usé uno de 200gr
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de tahini (opcional)
  • un pellizco de comino, según el gusto
  • sal y pimienta negra
  • el zumo de medio limón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Humus

Añadir los garbanzos junto al resto de ingredientes en el recipiente de la batidora, y batir hasta que quede con la consistencia de una crema. Si está demasiado espeso, añadir un poco del caldo del tarro de los garbanzos, hasta conseguir la consistencia deseada.
Al servirlo, decorarlo usando semillas de sésamo, o pimentón molido y un chorrito de aceite de oliva.




Una sugerencia: Rebanada de pan, sobre ella extender un poco de humus, rodaja de tomate y queso fresco.
¡Delicioso!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Pipirrana

Qué bueno es conocer gente que te regale manjares gastronómicos. Yo soy una privilegiada, mi abuelo sigue haciendo tomate en conserva en cantidades industriales, y tengo aprovisionamiento por lo menos de aquí a un año.

Este fin de semana vienen a visitarnos unos amigos de Huesca ("hola Teresa y Emilio!!!!") Y como no quiero que se vayan sin probar unas típicas conservas murcianas, les he preparado una auténtica pipirrana, usando el tomate de mi abuelo, y además unas aceitunas cornicabra moradas aliñadas por él también. Mejor imposible!



Es una receta muy sencilla, resultona, y acompañada de un buen pan tostado, es irresistible!
Pues ahí va.

Ingredientes:
  • Tomate en conserva
  • Bacalao
  • Cebolla tierna
  • Ñora
  • Aceitunas del cuquillo
  • Aceite de oliva
  • Sal

Pipirrana

Las cantidades de la receta son orientativas. Siempre lo he hecho a ojo. La idea es que quede jugoso, como para mojar pan. Vamos que la pipirrana es para eso, para mojar pan.

Antes de preparar la ensalada, tostaremos la ñora en el horno. Hay que tener cuidado con esto, porque al ser la ñora un pimiento seco, si nos pasamos, se quemará.

He usado un bote de tomate en conserva de tamaño pequeño. Ponemos el tomate en una fuente y lo trituramos. Si el tomate está blandito, simplemente con machacarlo con el tenedor quedará bien. Le añadimos el bacalao previamente desalado, y desmigado. Esta vez le he puesto unos 75 gramos de bacalao. Troceamos la cebolla, (si es grande, pondremos la mitad) en trozos pequeños y la añadimos a la fuente. Ponemos la ñora tostada en trocitos pequeños, y finalmente añadimos las aceitunas. Las que se utilizan para la pipirrana, son las de cuquillo, pero en mi caso he usado las cornicabra moradas aliñadas de mi abuelo.
Aliñamos con un buen chorro de aceite de oliva y un poco de sal. Sin pasarnos con esta última, ya que el bacalao soltará algo de sal.

Hay una segunda versión de la receta. Pipirrana falsa, que la llamo yo. Esta la hago mucho más a menudo. Es para cuando no sabes qué hacer y has visto el bote de tomate en la despensa, pero no tienes bacalao ni ñora. Pues muy fácil, no le pones ñora, y sustituyes el bacalao por atún. No es lo mismo, pero queda también muy rico

domingo, 5 de septiembre de 2010

Rosquillas de anís


Bueno, pues aquí tenemos la primera receta. ¡Qué ilusión!
Y es que aprovechando que mi madre me regaló unos limones con una pinta buenísima, me he dicho, qué bien aromatizarán estos limones mis rosquillas de anís.

Esta receta es un clásico para mí. La tengo desde hace tanto tiempo, que ya no recuerdo de dónde la saqué. Echaba de menos hacerla (es realmente sencillo), ¡así como probarla! Son deliciosas, tanto para tomarlas como desayuno, como acompañando un café o una onza de chocolate.
 Tal vez os preguntéis, por qué digo que echaba de menos hacerla. Pues bien, porque cuando me mudé, me quedé sin rallador pequeñico, y así no hay forma de hacer ralladura de limón. Pero os informo de que ya he enmendado semejante error, y sin más dilación aquí os presento mis rosquillas de anís.

Ingredientes:
  • 1/2 kilo de harina
  • 2 huevos
  • 2 cucharadas de anís
  • 16 cucharadas de azúcar
  • 6 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de agua
  • 2 cucharadas de levadura
  • raspadura de 1 limón
  • aceite para freír y azúcar glasé
Rosquillas de anís

Lo primero es poner la harina en un recipiente haciendo un hueco en el centro. En ese hueco, pondremos los huevos, el azúcar, la raspadura de limón, el agua, la levadura, el aceite de oliva y el anís.
Seguidamente, mezclaremos con cuidado con un tenedor, incorporando poco a poco la harina. En el momento en el que con el tenedor ya nos cueste seguir, será el momento de meter las manos en la masa. Amasamos con las manos hasta obtener una pasta fina y suave.

Llegados a este punto, es el momento de hacer las rosquillas. Con las manos enharinadas, tomaremos porciones pequeñas de masa y les damos la forma de rosquilla, uniendo bien las puntas, para que al freír no se despeguen. En cuanto al tamaño, a mi me gusta hacerlas pequeñas, de bocado, así al freír, quedan doraditas por fuera y bien hechas por dentro.
Ponemos abundante aceite en una sartén y las vamos friendo a fuego no muy fuerte, para evitar que se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
Las escurrimos en papel absorbente y las servimos espolvoreadas con azúcar glasé.

Si hacéis las rosquillas pequeñitas, salen bastantes. Para que os hagáis una idea, este plato está hecho con la mitad de las cantidades de la receta que os acabo de dar.
¡Animaos a hacerlas, que están muy ricas!
¡Espero que os gusten!

sábado, 4 de septiembre de 2010

Vacaciones en Suecia

Este verano, nos liamos la manta a la cabeza, que es como decir, de perdidos al río, y nos fuimos de vacaciones a Suecia. Tres albaceteños y una murciana perdidos por tales latitudes, ¡menudo peligro!
Hemos pasado allí unos días estupendos, disfrutando tanto de los paisajes como de la gastronomía.
Era algo que me apetecía mucho. Conocer otro tipo de gastronomía, probarlo todo.

El arenque, que siempre que buscas información sobre Suecia es de lo primero que te nombra, muy rico, en sus distintos aliños.
Del salmón, ni qué decir, ahumado, marinado, a la plancha,......, calidad superior.
Arándanos, fresas silvestres......de una dulzura superior.
Tambien probamos la carne de alce y de reno.

Referente a la carne de reno, no sé si sentirme un poco culpable, porque uno de los expedicionarios no paraba de decir que nos estábamos comiendo a Rudolph!
Bueno, a pesar de este pequeño incidente, os dejo la imagen de este plato que comimos en Jokkmokk.
Reno cocinado a fuego lento con ensalada de patata y lingonberries.


lunes, 30 de agosto de 2010

Y por fin me decidí......

Sí, por fin me decidí.
Después de tener cajones llenos de hojas sueltas, fotocopias de recetas con garabatos ininteligibles, y después de volverme loca buscando la receta de aquel bizcocho que me gustaba tanto y que traspapelé por ahí, he decidido crear mi propio blog de cocina.
¡Qué ilusión!

Y es que parece mentira, que perteneciendo yo al ramo de las nuevas tecnologías, haya tardado tanto tiempo en crear mi blog. Pero es que ya se sabe, en casa de herrero cuchara de palo (nunca mejor dicho). Mi problema siempre ha sido que nunca se me ha dado bien eso de expresarme, escribir mis cosicas, pero bueno, uno madura, y tiene que quitarse esos miedos.
Este blog nace del deseo de recopilar y hacer que no se pierdan, todas aquellas recetas que alguna vez he hecho, y las futuras que están por hacer.
Estoy decidida a tomarme esto en serio, así que,
¡bienvenidos a mi pequeña cocinica!