Humus, paté de garbanzos, ideal como aperitivo con pan tostado, o palitos de zanahoria y apio. Os aseguro que gusta hasta al más reacio a las legumbres, pero eso sí, si no estás acostumbrado a las comidas especiadas, tal vez su sabor te resulte raro. Yo te digo, abre tu mente, experimenta, prueba este humus y ya verás que no te vas a arrepentir.
¿Y cómo descubrí yo este manjar? Fue gracias a mi cuñada Jose. Hablábamos sobre alimentación saludable, y me comentaba que utilizaba el humus como sustitutivo de la mayonesa para los sandwiches, por ejemplo, y así nuestra querida Paula (su niña) comía cosas más nutritivas. Y a mí, que me encanta probar todo tipo de comidas, pues me dio por prepararlo. Y cual fue mi sorpresa al descubrir, que tanto a mí, como a Juan Antonio nos encantaba. Así que ahora, de vez en cuando disfrutamos de este aperitivo de lujo.
Una vez que me convertí en toda una maestra en el arte de preparar humus, (se nota que no tengo abuela) , me decidí a comprar un tarro de tahini. Es una especie de pasta hecha de sésamo, y es uno de los ingredientes opcionales de esta receta. Mi consejo es, prueba primero a preparar humus sin tahini, y si ves que te gusta, la próxima vez se lo añades.
Ingredientes:
- Tarro de garbanzos cocidos, en mi caso usé uno de 200gr
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de tahini (opcional)
- un pellizco de comino, según el gusto
- sal y pimienta negra
- el zumo de medio limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Humus
Añadir los garbanzos junto al resto de ingredientes en el recipiente de la batidora, y batir hasta que quede con la consistencia de una crema. Si está demasiado espeso, añadir un poco del caldo del tarro de los garbanzos, hasta conseguir la consistencia deseada.
Al servirlo, decorarlo usando semillas de sésamo, o pimentón molido y un chorrito de aceite de oliva.
Una sugerencia: Rebanada de pan, sobre ella extender un poco de humus, rodaja de tomate y queso fresco.
¡Delicioso!